Finalmente y tras haber descansado lo suficiente Linzor comprobó la estatua por ultima vez para asegurarse que no contenía ningún tipo de trampa aparte del frío antinatural y a su señal el genasi la apartó con algo de dificultad, revelando la trampilla oculta por donde bajaron intentando ser sigilosos dejando a Obsidian el ultimo para cubrir la retaguardia y retrasar el sonido de su cota de mallas. Cuando salieron del estrecho túnel contemplaron maravillados una cueva de piedra natural cuyas paredes habían sido congeladas formando estalactitas y estalagmitas que en algunos casos se unían formando columnas de suelo a techo, una fina capa de polvo y fragmentos de hielo se habían mezclado en el suelo formando una superficie algo resbaladiza y toda la cueva emitían un fulgor azulado que cambiaba progresivamente de tono dejando por momentos la estancia tan iluminada como si estuviese al exterior y tan oscura como seria una cueva normal.
Los ronquidos de la ultima noche habían cesado cosa que les dio a entender que su ataque no seria por sorpresa pero ya era demasiado tarde para echarse a tras, mientras discutían el plan de acción el retumbo y el crujir del hielo los sorprendió y antes de que se pudiesen defender una nube de hielo los cubrió congelando sus huesos como advertencia, cuando lograron salir de la nube vieron a dos criaturas, ambas muy similares. Las criaturas tenían garras bien afiladas, grandes alas y con colas que golpeaban con insistencia el suelo. De escamas blancas, ojos azules y con una sonrisa maligna el mas grande de ellos mostraba una sonrisa burlona que dejaba entrever sus afilados dientes, no había duda posible eran dos dragones blancos uno de ellos mas grande que una casa y por sus miradas habían decidido que el grupo sería su primera comida del día.
Tras el ataque inicial el grupo reacciono, sabían que la criatura no utilizaría su aliento helador solo contra uno de ellos y procuraron distribuirse por la sala esperando poder hacer algo contra el monstruoso dragón si lograban rodear-lo, pero el reptil que no era estúpido se dio cuenta de sus intenciones y apoyado en su hermano menor ralentizó la estrategia del grupo pero los dioses no estaban con el ese día y apenas pudo dañar al grupo en el proceso, solo Audax calló fulminado tras un ataque de su hermano, pero solo eso era lo que necesitaba ya que sabía que el grupo se centraría en torno a un herido para protegerlo y en ese momento podría atacar, y así fue, descargó nuevamente su aliento contra los aventureros dejando a varios en el suelo inconscientes y luego aprovechó para rematar al caído Audax, agarrándolo con sus garras por el cuello y haciendo saltar su cabeza como salta el tapón de una botella de champan. La imagen horrorizó a los compañeros del Eladrín ya que aunque de poco lo conocían ya se habían acostumbrado a su presencia, temían acabar todos igual si no hacían algo pronto y empezaron a usar sus mayores recursos, Zeridan invocó su naturaleza ígnea esperanzado de que el calor hiriese a la criatura con mas eficacia que el simple acero, Pendaran con la misma intención invocó nuevamente a su ángel guardián del fuego y ayudó a Obsidian con las curaciones ya que este estaba completamente concentrado en curar a sus compañeros que ni siquiera se había dado cuenta de que sus heridas eran de gravedad y Linzor por su parte intentó finalizar la maniobra inicial de rodear al dragón.
La situación se complicaba para el dragón, su hermano había caído de manos de un ángel que había convocado el ser azulado y el empezaba a sentir el dolor de los ataques ígneos del elemental y los golpes que de tanto en tanto asentaba el gato a su espalda por lo visto esos aventureros no eran poca cosa y parecían inmunizados a los ataques de sus garras así que nuevamente lanzó su aliento a los que parecían mas unidos e indicó a su hermano que hiciese lo mismo, su aliento había sido poco efectivo, esperaba tumbar al grupo de tres que tenia enfrente pero solo el enano calló a peso, el elemental parecía inmunizado a sus alientos y el azul renqueando estaba curando al enano.
Tenia la esperanza de que su estupido hermano menor pronto haría lo mismo, y cuando giró la cabeza vio como este era casi decapitado por la cimitarra flamígera del ángel a su vez que este era atravesado por una de las garras de su hermano y era retornado a su plano de existencia, se lo merecía pensó el dragón el mismo en pocos años habría acabado con su hermano menor y aunque ahora tendría que combatir solo y amenazado sus rivales parecían agotados...
0 comentarios:
Publicar un comentario